Rodolfo Montes de Oca
La estanflación que vive la
colectividad venezolana actualmente y que se manifiesta en el exorbitante
numero de un 49% en el último semestre, sumando a varias devaluaciones del
bolívar de un 60%, indica el momento o
coyuntura económica en que, dentro de una situación inflacionaria, se produce
un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede. Este cuadro
de constricción económica que se traduce en un alto costo de la vida, salarios
paupérrimos y mayor pobreza, tiene dos cómplices necesarios (la boliburguesia y
los bolichicos) y un gran culpable, el estado venezolano.
Capitulo I: señalando los culpables
Los llamados boliburgueses, es la
nueva clase social que nació en revolución, poseen fortunas que no pueden
justificar. Su apoyo incondicional al proceso bolivariano les ha permitido
ocupar altos cargos en el gobierno; son sus contratistas favoritos y sus más
acérrimos defensores, el cambio de mando que se genero con el rechazo de
FEDECAMARAS y la burguesía tradicional al proceso los llevo a remplazar a estos
últimos, por lo cual son los detentadores del poder económico y político actual
en Venezuela.
Mientras que los bolichicos, por
su parte, son jóvenes que no superan los 35 años de edad, de refinados gustos,
provienen de familias adineradas, estudiaron en los mejores colegios y
universidades del país y se desenvuelven en la alta sociedad. Al parecer, sus
buenos contactos con el gobierno permitieron que la compañía de estos
personajes fuese beneficiada en la contratación, a pesar de haber sido recién
constituida y no contar con mayor experiencia, en un área neurálgica para la
nación como es el sistema eléctrico. Lamentablemente, el desempeño de estos
emprendedores ha estado rodeado de sobornos, enriquecimiento ilícito,
sobreprecios y nada honestas.
Todos ellos a través del sistema
cambiario y de control de divisa se han beneficiado de la permuta de dólares y
del mercado negro que dicen combatir, amasando fortunas en las importaciones de
alimentos, equipos médicos, turbinas eléctricas, equipos petroleros, y muchos
rubros más. Todos ellos invertidos en la banca comercial y las compañías
aseguradoras, como Seguros la
Vitalicia, que es la más significativa de ellas.
Todo este derroche de lujo y
dinero, genero la trabazón económica y de escasez de productos y servicios que
estamos viviendo, dejándonos en la crisis económica más importante que
experimentamos en los últimos 30 años, por ello y con esta breve introducción
los dejamos con algunas propuestas.
Capitulo II: La Praxis
para el contencioso y los Comités Pro-Abaratamiento de las Subsistencias
La Primera Guerra
Mundial generó a la clase empresarial del Perú grandes beneficios en la
exportación de materias primas, pero a la vez hubo un aumento en los precios
locales debido a la especulación en los productos básicos. Los magros salarios
no aumentaban, lo que provocó que en abril de 1919 los sindicatos anarquistas
iniciaran una campaña para el abaratamiento de los bienes esenciales, creando
el Comité Pro-Abaratamiento de las Subsistencias.
El 13 de abril de ese año,
publicaron un manifiesto que exigía el abaratamiento de los alimentos y
artículos básicos de primera necesidad, transportes y alquileres, pero el
gobierno se negó a escucharlos. El 1 de mayo declararon la huelga general, y el
4 de mayo se reprimió violentamente una manifestación en Lima. En El Callao,
que sufrió un paro total, hubo serios enfrentamientos entre el ejército y los
obreros, con alto número de muertos y saqueos; los principales dirigentes
obreros y anarquistas fueron detenidos, tal es el caso de Nicolas Gutarra,
Alberto Fonkén y Carlos Barba. En Chosica hubo dos muertos y varios heridos.
El gobierno impuso la Ley Marcial, y allanó
domicilios particulares, locales anarquistas y sindicales; creó un nuevo fuerza
antimotines, debido a la renuencia a reprimir de algunas tropas, denominada
Guardia Urbana. Pero el movimiento popular no se retrajo y el 4 de julio el
presidente de la
República José Pardo y Barreda fue depuesto. El 12 de julio
fueron liberados los detenidos y hubo manifestaciones populares de júbilo.
Este antecedente histórico, pone
de relieve nuestra propuesta para la coyuntura actual. Los Comités son
organizaciones de base, compuestas por ciudadanos de a pie y militantes
anarquistas, de forma horizontal y asamblearia, articuladas por un secretario
general de libre remoción por mayoría simple de los activistas a través de la
democracia directa, que no reciba subsidio ni del estado ni de la empresa
privada. Esta misma asamblea decidirá de forma autónoma y beligerante, cuales
son los problemas del cúmulo de necesidades que decidan abordar, sin embargo
algunas de las iniciativas a emprender podrían ser:
- Articulación junto a otros movimientos sociales de
una fuerte campaña de agitación y propaganda en los grandes almacenes de
automercados privados y estatales, denunciando la escasez, el
acaparamiento y el alto costo de los insumos.
- Denunciar el alto costo de los pasajes básicos de
camioneta, taxis y mototaxis, sobre todo en las zonas extraurbanas, donde
habita el grueso de la población.
- Generar los canales de comunicaciones entre los
Comités y los usuarios/consumidores a través de las redes sociales
(Facebook, Twitter, etc.) para intercambiar datos e información.
- Promover la autogestión y socialización de las
empresas estatizadas por el proceso bolivariano, haciendo énfasis en la
distribución equitativa de responsabilidades y frutos sin jerarquías ni
directores en el proceso de creación.
- Solicitar la suspensión del impuesto confiscatorio
del IVA (Impuesto del Valor Agregado) de los bienes consumibles como
mecanismo que beneficie a los consumidores.
- Exención por un año de las obligaciones crediticias
que se tengan con instituciones financieras, como medida especial ante la
estanflación.
- Incentivar la producción agroecológica donde el
principio del valor/trabajo este presente, para así evitar la usura
especulativa del rentismo petrolero y de la permuta cambiaria.
- Coordinar canales solidarios de intercambio y
asistencia medica gratuita, donde se promueva los valores de apoyo mutuo y
solidaridad.
- Organizar comedores gratuitos como los “food not
bombs” para palear la hambruna y promover la horizontalidad de las
relaciones.
- Crear y organizar mutualidades de ahorro para
afrontar las coyunturas que se avecinan.
- Promover los mecanismos de intercambio de mercancía
pre-capitalistas como el trueque o la permuta en circuitos donde los
valores anticapitalistas estén presentes. Por lo cual muchos de los
HTM/DIY tienen una labor valiosa que desarrollar.
- Promover y articular el traspaso de una economía
rentista petrolera con fuerte vínculos con el mercado usurero
internacional hacia un sistema de producción cooperativista para donde se
practique el sistema de la economía del regalo a través de la autogestión
de los medios.
Este programa mínimo de 12 puntos
puede ampliarse o reducirse según las proyecciones, necesidades e inquietudes
de cada comité. Lo fundamental y realmente valioso es generar una praxis
antiautoritaria al poder bolivariano y la falsa oposición que allane el camino
para un cambio estructural de la producción en Venezuela.
Capitulo III: La economía del regalo, una propuesta para la transición.
La escasez económica actual pone
de relieve la necesidad antropológica de replantear un rumbo distinto a la
administración de los bienes escasos, por ello ponemos de manifiesto la tesis
de la economía del regalo o economía del dar, que es una teoría social en la
que los bienes y servicios se otorgan sin un acuerdo explícito de quid pro quo
(algo por algo). Se basa en el principio de vivir bajo la premisa de que “a mi
vecino y compañero no le falte nada”, que podemos ver como un anarco-comunismo
y el principio “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.
Esta teoría social que se aplica
en algunos pueblos originarios de forma espontánea busca generar un intercambio
humanos de los bienes transables sin precios inflados, ni vicios ocultos del
producto, lo que contribuye a evitar el fetiche de la mercancía. Un ejemplo muy
claro de este principio es nuestro círculo más inmediato, el familiar y el de
amistades íntimas. Constantemente estamos apoyando, regalando y financiando a
amigos y familiares sin pedir nada a cambio. A nadie se le ocurre pedirle un 3%
de interés a un amigo al que le dejas algo de dinero.
Es por ende que valores como la
reciprocidad, cada día más invisible en esta sociedad, se convierte en un valor
que debemos defender, amparados en el principio moral del apoyo muto. Autores
como Lewis Hyde, David Cheal, Piotr Kropotkin, David Graeber, entre otros, han
indagando en el poder político de la amistad y del beneficio colectivo para
afrontar las divergencias.
Muy al contrario de lo que opina
el vulgo, los pueblos originarios que practican la economía del regalo (Vgr.
Los yanomamis o los hoti), viven carentes de necesidades, lo que deja de
manifiesto que muchas de las mal llamadas “necesidades” de esta sociedad no lo
son. Una segunda premisa de esta teoría es la de trabajar con un nivel de
conciencia donde “lo que hagamos hoy no sea recordado mañana”, ya que nuestras
actuaciones se basan más en el amor al prójimo que en el interés pecuniario o
patrimonial.
Por ello como libertarios y
autónomos frente a las perversiones producidas en el mercado nacional por la
escasez de bienes transables, frente a la especulación estatal de la
boliburguesia y de los bolichicos, sin dinero ni mercados lucrativos, ni
planificación centralizada, la economía del regalo y los comités
pro-abaratamiento de la subsistencia pueden sustituir el mercado especulativo
en Venezuela, generando así nuevas dinámicas de coexistencia donde el placer,
la igualdad y la libertad sean los reactores de la vida.