Rodolfo Montes de Oca
Hacer
activismo anarquista en Anzoátegui parece un proceso complejo y sometido a las
contradicciones en muchos casos, el hecho de ser un estado productor de materia
prima para una nación corporativista, donde los deberes y favores están
supeditados a la obediencia partidista y ha trabajar única y exclusivamente
para el gran padrote del estadal, PDVSA. Dueño y señor del poder adquisitivo y
de los puestos de empleo.
Pero no hay que dejarse engañar, hacer propaganda
y agitar por la anarquía en Anzoátegui no es cosa fácil, pero tampoco es
imposible, durante mucho tiempo estas tierras fueron foco continuo de las ideas
de extrema izquierda de Venezuela, en sus montañas el Frente Américo Silva de
Bandera Roja se movía con fuerza y logro mantenerse hasta la década de los
noventa cuando se desmovilizan llamados por ese invento neo-marxista de “poder popular”.
Autores de reconocida trayectoria como Rodolfo
Quinteros reconocen que las ideas de izquierda radical calaron con especial
interés dentro del proletariado petrolero que se desarrollo en la región. Lo
que pone de manifiesto de que en estas tierras de costa siempre ha sido una
zona donde poder construir y sedimentar nuestras ideas.
Pero para esto los compañero/as deben repartir
responsabilidades y saber donde hacer incidencia. Por ejemplo, ha ser un estado
monoproducto y con una clara sumisión con relación al Estado, es fácil culpar
de los desperfectos al poder por que depende totalmente de su gestión. Si se va
la luz, obviamente es culpa del poder centralizado, si no hay agua en estas
zonas áridas es obviamente culpa del Estado y me refiero a Estado en forma
amplia (Gran Polo Patriótico y Mesa de la Unidad Democrática) que son caimanes
del mismo caño.
Otra propuesta es que al ser la industria
petrolera el factor de empleo en la zona, los desastres ambientales y de
contaminación están a la orden del día, es público y notorio el hecho de que la
extracción de petrolero en masa, genera unos procesos de contaminación irreversibles
que afecta a todos sus habitantes. Un ejemplo de ello es Tacabaña donde la
población Kariña ahora sometido a un infamante chantaje sin precedente por
parte de PDVSA y sus órganos de gestión. Por lo cual, la articulación de
procesos ecológicos sustentables es viable en la región, demostrándole a la
comunidad que se puede vivir de una forma antagónica al Estado. Permacultura,
ciclovias, comunidades agro-ecológicas sustentables pueden ser algunas ideas a
consolidar.
Aunque
Anzoátegui es un territorio inter-tropical muchas veces usadas para el
pastoreo, también es un espacio propicio para la siembra y cultivo de la tierra
que no solo nos de de comer si no que nos sirva para intercambiar, en la región
se puede cultivar Maní, batata, ocumo, yuca,
ñame, maíz y aceituno. Una siembra libertaria puede ser una buena propuesta, en
Venezuela no existen huertos anarquistas, ¿Por qué no lo intentamos?
Si no
podemos con PDVSA, ¿Por qué no nos involucramos con ella?, el día que podamos
detener la oprobiosa industria petrolera, convocar una huelga general
revolucionaria y detener los flujos petroleros que alimentan la maquinaria
capitalista mundial, estaremos haciendo la insurrección anarquista.
Para
finalizar, frente a las costas de Anzoátegui hay varias islas, las Chimaras,
las Borrachas, las Picúdas, Del Mono, Tiqui-Tiqui, Cachicamo, Prenita, la
Querica, Chimana, De Plata, las isletas de Píritu y el Faro. Todas ricas en
belleza y fauna, ¿Cuántos compas se anima? A irse a vivir a estos paraísos y construir
pequeños bastiones de rebeldía como hicieron los piratas hace siglos en
Libertalia, Tortuga y otros lados, compartiendo fortunas y penurias con cachapa
y asopado a la orilla de la playa. En cualquiera de estas propuestas y
aventuras con gusto yo me anoto.