El día 25 de abril, se realizó el Taller Soy Civil No Militar; Desmilitarización y Democracia, convocado por el Programa Venezolano de Educación Acción en DDHH (Provea), la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Redes, la Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (Funpaz) y el Laboratorio de Paz, el cual tuvo como finalidad sensibilizar sobre la importancia de la desmilitarización de la sociedad venezolana desde una perspectiva de fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos.
Se inició con una ponencia de Lexys Rendon sobre el panorama general de qué es el militarismo, su historia reciente, su visión dicotómica, qué es la democracia y su importancia para el desarrollo de las sociedades, la vinculación de la guerra en la creación de la ONU y la declaración universal de los DDHH y de cuál es el papel de las FFAA en las democracias actuales.
Posteriormente se realizo la presentación de Rodolfo Montes de Oca, donde se dio un breve recorrido por cómo la historia de Venezuela está ligada al ámbito militar, caudillos, y la guerra, y como el espacio civil siempre ha sido difuso en su separación con el militar. El genoma fundacional militarista que permanece en la cultura de los venezolanos y venezolanas y cuál es la participación actual de las FFAA en empresas estatales.
Siguiendo con la Intervención del coordinador general de provea Rafael Uzcategui hablando sobre el gasto militar de los últimos 17 años de Venezuela en armas, qué inversiones podrían hacerse en derechos sociales con esa cantidad de dinero destinado al armamento y cuál es el presupuesto que se destina a las FFAA con relación a otros ministerios.
Una ronda de preguntas y respuestas en torno a los derechos humanos y los militares, la ONU y el consejo de seguridad y defensa, la participación de militares en labores ajenas a su mandato, la transparencia en los gastos militares.
La jornada prosiguió con ejemplos de sociedad civil que se une para desmilitarizar sus espacios y sociedades, ejemplos de cómo la cultura ha servido para amplificar mensajes contra la guerra, su lógica y por una disminución de la esfera militar por acciones de los ciudadano/as en pro de mejores democracias.
La ley del Registro Militar Obligatorio y por qué viola derechos humanos, fue un tema ampliamente desarrollado, cómo contravine la constitución nacional, los estándares en materia de DDHH, los derechos que afecta y quiénes son los principales afectados. Con participación de estudiantes quienes contaron su experiencia al tener que inscribirse en el registro y la obligatoriedad para poder estudiar en la universidad al ser mayor de 18 años.
La jornada finalizó con la presentación dela campaña Soy Civil No Militar que consta de dos aspectos fundamentales, la petición de adhesiones a la solicitud de inconstitucionalidad al Tribunal Supremo de Justicia a través de un documento que será difundido para ser refrendado a través de una plataforma digital y la declaración de objeción de conciencia el día 12 de mayo, donde individualidades y organizaciones podrán declarar su objeción a la aplicación de la ley del registro Militar obligatorio o de inscribirse en el mismo.
Agradecemos a todo/as las que nos acompañaron, sus relatos, el interés por una sociedad donde prime lo civil y la reducción progresiva de lo militar al espacio estrictamente contentivo de su ámbito y mandato.
Creemos que la construcción de una democracia plena de justicia social y estado de derecho, garante de los derechos humanos pasa por la desmilitarización de la cultura venezolana, de las pequeñas y grandes prácticas cotidianas de hacer la guerra, de la forma dicotómica de entender la vida social. Merecemos un país donde los conflictos y las diferencias no sean espacios para la guerra y la violencia sino para el dialogo y la aceptación de lo plural como formas de ensanchar las libertades democráticas de todos y todas sin exclusión.