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jueves, 10 de noviembre de 2016

DireActores: Mediante el verso y la comedia planteamos una crítica a la cotidianidad política y social venezolana


Rodolfo Montes de Oca 

A la salida de una presentación gratuita en la UCV, tuve la oportunidad de conversar con los jóvenes animadores del grupo teatral DireActores que inspirados en Aquiles Nazoa y dejando de lado a Beck o Tzara, hacen happenings en Caracas. Aquí le dejamos la conversación que tuvimos con ellos: 

Para comenzar nos podrían hablar un poco de DireActores, ¿Cuándo comienzan?, ¿Se consideran una continuación del teatro de Julián Beck o son unos discípulos tropicalizados de Tristan Tzara? 
El grupo inicia oficialmente en enero de 2014, aunque su gestación se produjo el 31 de diciembre de 2013 cuando nos reunimos dos compañeros (David Delgado y Salvador Méndez) a discutir una obra llamada “El Adivino”, la cual se inspiraba en el paupérrimo servicio del comedor de la Universidad Central de Venezuela y la situación política del país, escrita por el mismo David. Específicamente un 31 de diciembre, luego de hablar por teléfono, decidimos sentarnos por Plaza de los Museos de Bellas Artes que estaba prácticamente vacía por la proximidad de año nuevo. 

Ahí discutimos la obra, vimos que el país necesita propuestas políticas y culturales como esta y decidimos echarle bolas al teatro como una forma de protesta con propuesta. Contactamos con dos compañeros más estudiantes de la UCV (Mariano León y Oddete Romero) para montar la pieza, El nombre de este cambio a “La Adivina”, pues fue esta última la que tomó el personaje por el cual lleva el nombre la obra. Fueron encuentros y trabajo constante semana a semana, y sus personajes se fueron formando con el aporte horizontal y colectivo de los cuatro actores, y la dirección iba de la misma forma, entonces nos denominamos como DireActores. 

Luego de dos intensos meses de preparación y de ensayos con una directora artística invitada (Valentina Fagundez) salimos al ruedo, a los pocos días del 12-F de 2014, pues vimos que la situación que se vivía en las calles era la campana que nos llamaba a escena. A los pocos días nos estrenamos en la Plaza Altamira de Caracas, durante una de las tantas barricadas que se realizaron ante la ebullición política y social del momento. Con referencia a Beck y Tzara, los dos son grandes influencias del arte y en especial del teatro pero no nos consideramos seguidores de sus posturas. 

Evidentemente compartimos esa irreverencia que los caracterizo pero nuestra propuesta no busca el horror (Beck) o la irreverencia sublime de dadaísmo (Tzara) nuestra búsqueda parte de darle voz al sentir actual. DireActores buscó construirse en base al aporte estudio e investigación de cada cual, participando horizontalmente en la dirección y sentido de la obra, estudiando nuestro contexto social y nuestra historia, para reflejar nuestras reflexiones, inquietudes y protestar de forma teatral con cada personaje, empapando la trama de nuestra realidad social. Tenemos presentaciones tipo happening de calle, como presentaciones en las tablas. 

Le hemos dado importancia a las obras propias, pues nos permite una maleabilidad mayor a la hora de adaptar la obra a la actualidad social; exceptuando hasta ahora una adaptación que realizamos de “La Pasión según San Cocho” de Aquiles Nazoa, pues la misma tiene hoy una vigencia importante, mostrándonos como las marramusias y corruptelas de la “quinta” no son como las de la “cuarta”, pero se parecen. Hacemos una métafora de nuestra realidad cultural, política, económica y social, somos una respuesta artístico-política a la situación de nuestro país. 

Mediante el verso y la comedia planteamos una crítica a la cotidianidad política y social venezolana, y buscamos mostrar la Venezuela que vivimos. Durante sus dos años de existencia, el grupo ha recorrido diversas calles plazas y espacios artísticos en Caracas, utilizando el teatro la música y el verso para, mediante el humor, llevar una propuesta al venezolano de a pie - y a quienes nos ven en las tablas -, propuesta que contribuya a reflexionar y afrontar la cotidianidad nacional. Utiliza el arte como forma de crear propuestas, como forma de encontrarnos, para revisarnos y para criticarnos como venezolanos y habitantes del mundo. 

¿Cuáles son los personajes habituales en sus obras?, ¿Es posible determinar las subjetividades que nacieron en este “proceso”? 
Nuestras obras suelten tener venezolanos de a pie, reales o ficticios. Encontraran hombres y mujeres con distintos hábitos; seres que hacen largas colas en los mercados; empleados, desempleados y subempleados; enamorados, delincuentes, “bachaqueros”, policías, sifrinos, malandros, funcionarios públicos, mototaxistas, músicos, peatones, en fin, venezolanos lidiando en un caos acostumbrado, viviendo el pan nuestro de cada día. Tragedia, comedia, drama y romance atraviesan nuestro teatro, inspirado en la actualidad de nuestra Venezuela. El público se encontrará de frente y sin censura con su día a día, con sus problemas, soluciones, reclamos, amores y anécdotas. Buscamos salir de estereotipos respecto a las distintas subjetividades culturales del país, pero sí, los personajes son hijos de su contexto social. 

¿Han sufrido algún tipo de retaliación por sus actuaciones? 
 La polarización ha llevado incluso a que quienes comulgan con el gobierno –rodilla en tierra - nos tilden de escuálidos o de derecha, y a diversos opositores “radicales” llamarnos chavistas… Pero incidentes o retaliaciones como tal, pues durante el 2014 tuvimos tres episodios donde algunos, en medio de la crisis y la euforia social que se vivió en las calles el primer semestre del año, llegaron a insultarnos y a amedrentarnos, pero por suerte la mayoría del público que se paraba a vernos aceptaba escuchar nuestro mensaje y, en cierta forma, evitaban que sufriéramos agresiones. 

¿Es difícil hacer un teatro independiente en la Venezuela actual?, ¿puro mango y agua para aguantar la crisis? 
El teatro se ha llenado de un espectáculo a lo show buisness, un Cheverisimo, un teatro que no cuestiona el status-quo, un arte que no te lleva a pensar. No queremos decir que no exista un buen teatro en el país, al contrario sabemos que existe calidad, e iniciativas artísticas buenas, críticas e interesantes, pero parece que es dicho teatro-business, o teatro no crítico que no llame a pensar, el que predomina en el país, o por lo menos el que tiene más apoyo. En dicho entorno, estos dos años con sus altos y bajos, hemos logrado mantener una actividad independiente y propia, financiando como podemos nuestra utilería y vestuario, pero no ha sido fácil; difícil pero no imposible, requiere sus sacrificios, la voluntad de crear arte de calidad, organización y disciplina. Jajaja. Retomando tu pregunta del mango y agua, bueno en nuestras presentaciones de calle pasamos el sombrero para buscar “financiamiento”, pero sí, de verdad que es difícil comer del teatro, como de cualquier cosa, pero ahí estamos de pie, resistiendo. 

Para finalizar, ¿Qué les recomendarían a los jóvenes que están iniciándose en el teatro? 
Disciplina y dedicación en el trabajo, estudio e investigación, que de verdad les guste para que le impriman emoción y pasión, que no lo tomen como ”jueguito”, pero que jueguen y se diviertan al momento de actuar, y que si pueden escapen de ese mundo del show bussiness con obras que parecen salidas del guión de Bienvenidos o del PSUV. Como dijo Aquiles Nazoa “El arte escénico…es el juego más antiguo que conoce el hombre; el más emocionante y el más humano, porque el juguete del que se sirve es la imaginación, y su medio de expresión es la presencia del hombre mismo.”

jueves, 25 de diciembre de 2014

Art. de Opinión: De tropeles, capuchas e incoherencias, cuestionando las dinámicas del M28 en la UCV

Rodolfo Montes de Oca

El pasado 27 de Marzo del presente año, un puñado de jóvenes pertenecientes al Movimiento Revolucionario Marzo 28 (M28) ocupo por espacio de unas horas la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para exigir el voto paritario de profesores, estudiantes, obreros y empleados de esa casa de estudio.

Sin embargo mas allá de esta demanda es necesario entender y analizar en colectivo el devenir de esta organización y sus posturas mas cercanas para entender que se esconde detrás de capuchas y tropeles.

¿Quiénes son?
El M28 es una expresión orgánica surgida de varios grupúsculos de izquierda autoritaria que coexistían en la UCV (Utopia, Cer-008, Desobediencia Popular, etc.) a inicios de siglo, su nombre se debe a la toma del rectorado que realizaron durante 2 meses y en el cual llamaban a una “Transformación Universitaria” con la previa coronación del profesor Agustín Blanco Muñoz[1] como rector. 

La algarada culmino de una forma estrepitosa cuando los “tomistas” fueron desalojados por una turba universitaria que los saco a través de la violencia, sus lideres se convirtieron en presidentes de fondos gubernamentales que se quedaron secos ante una mala administración[2] y una nueva generación de tomistas daría continuidad a ese proyecto.

Desde esa jornada hasta ahora, el M28 ha realizado dinámicas formas de protestas como la acampada de “indignados”, el referéndum consultivo o la acción de guindar pancartas en el reloj universitario, que aunque afortunados y admirables son opacadas por un discurso pro-gobierno ajeno a una propuesta real de cambio. 

Escupiendo para arriba
Como anarquistas no dejamos de reconocer una coherencia discursiva en el M28 con referencia a la necesidad de democratizar una estructura anquilosada como el rectorado, la necesidad de un voto paritario, la renovación de una educación medieval y el empleo de la acción directa como método de conflicto. Pero más allá de eso, hay que ser cónsonos con el método y el discurso que se decide esgrimir, por lo cual muchas de sus postulados suelen diluirse por su devenir cotidiano.

El M28 como agrupación jamás ha negado sus nexos con la oficialidad y con toda su cosmogonía de iconos, llegando incluso a tener abiertas simpatías con franquicias del terror como las FARC. Pero esa defensa a ultranza con  el “proceso” debe no solo emplearse contra el “poder” reinante dentro de la UCV sino contra cualquier institución que no empleé ni el voto paritario, ni la elección de sus autoridades.

Un ejemplo de ello es la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) hija prodiga del Ejecutivo Nacional que estaba llamada a convertirse en la vanguardia profesional del país, sin embargo ajenos a cualquier germen de “participación protagónica y popular”, sus autoridades administrativas son elegidas a dedo por el Ministerio de Educación Superior y carecen de “centros de estudiantes” bajo la excusa de “gozar de todos los derechos consagrados”.

Algo similar ocurre con el reglamento interno de la Universidad Nacional de Arte (UNEARTE) promocionada con bombos y platillos por el oficialismo como un espacio de creación artístico y popular, pero cuyo reglamento interno coarta cualquier tipo de innovación, ludismo e irreverencia de los futuros artistas con expresiones como “acatamiento de orden” e “instrucciones[3] cuyo sedicioso incumplimiento es causal de amonestaciones y expulsiones.

¿Por qué el M28 no se pronuncia contra estas practicas?, es de especular que la esgrimida “transformación universitaria” promovida por los jóvenes, pretenda facilitar prácticas anti-libertarias y anti-democráticas dentro de esta universidad, lo cual representaría un atraso mas para una institución que se quedo estancada en el tiempo.  

¿Transformación universitaria? No Gracias.
Por ello como anarquistas sabemos que la propuesta de “transformación universitaria” esbozada desde las altas esferas administrativas del poder y defendida con un pobre discurso por sus acólitos bachilleres, no es mas que un simple reformismo para adecuar a los futuros profesionales a las labores que demanda el estado bolivariano.

Pretender que en la trillada consigna existe un proceso de liberación humano y de formación alternativo es ridículo, es una propuesta que jamás ha sido discutida por las mayorías y de la cual no se conoce ningún borrador, tanto hermetismo da pie a la desconfianza y comparar esta corriente con el proceso de transformación universitario vivido en esos espacio en 1968 es grotesco.

La UCV como las demás casas de estudio son copias al carbón de las del medioevo reproduciendo modelos eurocentricos de dominación así como políticas desarrollista y extractivistas de los países del hemisferio norte, que poco o nada tienen que ver con nuestra realidad, convirtiéndose en jerarquizados espacios de dominación que deben ser superados por el colectivo social.

Los anarquistas no proponemos una “transformación” del campus universitario, si no una desestructuración formal del mismo que de paso a un modelo de debate y formación continua de los estudiantes como parte fundamental de una nueva antropología antiautoritaria. Es decir, como radicales no exigimos una transformación de la misma sino avanzar hacia un modelo de socialización de conocimientos continuos que borre de la faz de la tierra las falsas divisiones catedráticas y fronteras académicas.

Para culminar y sin rubor a la crítica, gritamos: ¡Ni Arocha, Ni M28! Abajo la representación estudiantil y que viva la anarquía.



[1] El investigador y catedrática de reconocida trayectoria  hoy en día esta totalmente desligado del “proceso bolivariano”, pero lamentablemente es menester de nosotros recordar su infortunada participación en los hechos.
[2] Un ejemplo de ello fue el bachiller Sergio Sánchez miembro de Utopia y del M28  premiado por el gobierno como presidente del Fondo Único Social (FUS)
[3] Se recomienda al lector revisar los Capítulos IV y V del citado reglamento que se puede descargar en esta dirección electrónica:  http://www.unearte.edu.ve/pdf/estudiantes.pdf