domingo, 17 de marzo de 2013

Art. de Opinión: Anarquía trashumante y el corredor Guajiro


Rodolfo Montes de Oca

Para las ciencias sociales, la trashumancia se define como un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante. Se diferencia del nomadismo en tener asentamientos estacionales fijos y un núcleo principal fijo (pueblo) del que proviene la población que la práctica

Esta practica siempre ha tenido una estrecha relación con el  “modus vivendi” que adoptan muchos anarquistas en el mundo, sus orígenes se remontan a las oleadas migratorias desde Europa ha America en búsqueda de mejores oportunidades laborales, así como la figura del “croto” y el “payador” ácrata que surcaban las laderas patagónicas, predicando la idea.

Con la llegada del anarcopunk como una de las primeras fuerzas articuladoras del anarquismo de finales de siglo XX, se reactivan las prácticas nómadas dentro de lo/as compañero/as, así vimos a bandas como Apatía No, los Dólares y Doña Maldad, surcar otras regiones y hacer vida en ciudades que solo conocíamos en los libros de Atlas.

Como era de esperarse, la salida de estas bandas de la Capitanía General en que siempre ha sido Venezuela, fue a través de la frontera con Colombia, la amplia sierra compartida y una cultura bi-nacional establecida desde hace siglos, genera las condiciones idóneas para un trabajo conjuto entre las dos regiones.  

Esta mutua influencia de las ideas anarquistas fronterizas siempre ha estado presente en la historia del movimiento ácrata local. Por ejemplo, es bien sabido que el  iconoclasta chinacotensa, Vicente Lizcano, mejor conocido por su mote individualista como “Biofilo Panclasta” participo en la invasión de Cipriano Castro, así como este ultimo se sintió inspirado en las ideas revolucionarias anarquista y anti-imperialistas de José Vargas Vila para rechazar el abusivo bloqueo de las costas por parte de oprobiosas naciones europeas (Alemania, Inglaterra y Francia)

Por ello, es menester para los compañeros anarquistas zulianos ir articulando, sin pausas, pero sin prisas, un posible corredor transfronterizo entre los grupos locales y las iniciativas antiautoritarias colombinas. La idea es poder articulas un posible “Corredor Guajiro” desde el cual afrontar la contingencia nacional y refugiarnos ante las arremetidas estatales.

Proyectos similares a estos existen en diferentes partes del hemisferio sudaca, un ejemplo de ello es Neuquén entre Argentina y Chile o el Río de la Plata entre los bonaerenses y los oriundos de Montevideo. Estos corredores no solo sirven para el intercambio constante de material y experiencia, sino para proyectos conjuntos de asistencia reciproca y de apoyo mutuo entre los oprimidos del planeta. En pocas palabras, como dirían los de Falla del Sistema: Si ellos globalizan el capital, nosotros globalicemos la resistencia.

Este “Corredor Guajiro” puede ser una idea viable para un futuro no muy lejano, solo debemos poner manos a la obra, establecer lazos de amistad con compas colombianos, involúcranos en las dinámicas sociales de la región y abrir espacios de dialogo y de construcción con los pueblos originarios en lucha de la frontera. Con esta labor y con nuestras ideas, haremos de este corredor una zona de conflicto contra el Estado y el Capital.